Se pueden perder hasta cuatro horas de la jornada laboral en distracciones y falta de concentración en los niveles directivos de las empresas. En puestos operacionales se detectan ‘lagunas improductivas’ de un tercio del tiempo de trabajo. Sin embargo, la dispersión afecta más a las áreas creativas, involucradas en la investigación y desarrollo y los departamentos de mercadotecnia.
Existen dos ejercicios básicos que multiplican las habilidades de concentración, priorización, creatividad y reducción de estrés que rápidamente se popularizan en las empresas. Se trata de dos simples ejercicios de equilibrio que inciden para que quien los practica esté en el aquí y ahora.
Asana o postura del árbol
Esta posición desarrolla el equilibrio corporal, lo que hace que todo el aparato motor muscular y el sensorial se concentren en mantener la posición inalterable mientras dura el ejercicio, aconsejable solo de 10 a 15 minutos.
El asana el árbol activa uno de los secretos genéticos del cuerpo humano: el hombre comenzó a desarrollar la corteza cerebral cuando descendió de los árboles y adoptó la posición erguida. El esfuerzo exigido a todo su aparato motor y sensorial permitió que la evolución nos desarrollara como especie.
Caminar en línea recta. El cuerpo humano tiene una tendencia natural a no caminar en línea recta. Las razones pueden ser muchas: las extremidades inferiores no siempre tienen la misma longitud, el cerebro capta las líneas electromagnéticas de la tierra, que no son rectas, y orienta al cuerpo a seguirlas, tal como lo hacen las aves migratorias.
Cuando caminan no se percatan, pero no lo hacen en línea sino que siguen curvas que puede ser más o menos pronunciadas. Caminar en línea recta obliga a la mente a mantenerse atenta y concentrada en esa línea. Los beneficios son mayor capacidad de atención y concentración. El principio que regula este ejercicio es el mismo del anterior: el equilibrio
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