martes, 7 de marzo de 2017

La Barbería, relax entre navajas, tijeras y whisky



El clásico afeitado a navaja y otros servicios y productos vinculados con el cuidado de la estética masculina es lo que ofrece La Barbería, negocio que une tradición y modernidad y que brinda a los modernos “leñadores” una oportunidad para relajarse.

Al cliente que llega al establecimiento, ubicado en el edificio N-28, en la calle Jaime Mendoza (San Miguel), lo reciben fotografías en blanco y negro colgadas en paredes de ladrillo visto de hombres con bizarras barbas y bigotes, y música moderna que proviene de un adaptado radio de transistores de la década de los 50.

El negocio es “exitoso porque, según lo que me cuentan los mismos clientes, no había en la zona barberías en las que el cuidado de la barba o el cabello de los clientes se hagan con aceites y otros tipos de elementos” tradicionales, cuenta Gustavo Sulvarán, de 33 años.

Junto a él se encuentra su cuñado Darwin Torrealba, de 26 años, quien dejó la carrera de ingeniería para trabajar con toallas calientes, navajas, cremas, óleos y tijeras. “Nos especializamos en cualquier tipo de corte, siempre y cuando sea para cabello corto. También rasuramos, afeitamos y definimos barbas” de acuerdo con el requerimiento del cliente, aunque “nosotros siempre le sugerimos algo”, afima Torrealba.

“Las técnicas más clásicas que utilizamos para el acabado de cabello y barba son tijeras sobre el peine o máquina sobre el peine, cada una con un efecto totalmente distinto”, agrega Sulvarán, quien aprendió de su padre el oficio de barbero a la edad de 15 años, para luego enseñarle los secretos de la profesión a su cuñado.

“Este es un lugar exclusivo para caballeros (...), es un remanso para hombres, es un sitio donde nos sentimos cómodos porque podemos hablar de cualquier cosa”, asegura Torrealba.

Para tener una estadía más agradable, los clientes de La Barbería disponen de revistas y wifi, además de recibir de cortesía agua, café, gaseosas, whisky u otras bebidas nacionales como el vodka 1825 y el gin La República mientras esperan su corte sentados en sillas de barberos utilizadas a principios del siglo XX.

En el lugar hasta los rociadores de agua son botellas de Jack Daniels.

IDEA. “Tratamos de que cada barbería sea una pequeña ‘caverna de leñadores’”, subraya el publicista José Luis Cabruja, dueño de la franquicia que abrió su primera sucursal el 1 de julio de 2016 y que hoy cuenta con tres agencias en la capital cruceña y una en La Paz.

“Una barbería tradicional tiene un look vintage (clásico) y muebles antiguos. Incluimos asimismo en la decoración algunas cajas de herramientas que sirven como mesa, porque antiguamente los barberos eran también mecánicos”, dice Cabruja.

La Barbería La Paz abrió sus puertas al público el 9 de diciembre de 2016 y atiende al público de lunes a sábado de 10.00 a 13.00 y de 15.00 a 20.00. El corte de pelo vale Bs 100, el de barba 70 y el de ambos 150. Los clientes que pueden tener esta experiencia son personas desde los seis años, aunque los barberos reconocen que sus clientes más asiduos tienen de 25 en adelante.

Sulvarán planea abrir otro local en el centro de La Paz, mientras Cabruja proyecta llevar la franquicia hasta Cochabamba.