El síndrome de fatiga crónica es una enfermedad provocada por la disminución de la molécula ATP (encargada de proporcionar energía al cuerpo), que produce una sensación extrema de fatiga y cansancio, que no cede ni se alivia con el reposo.
“Se asocia a trastornos del sueño, irritabilidad, dificultad de concentración y atención, dolores articulares y musculares sin inflamación y aumento de la temperatura corporal en forma episódica”, explica Leonardo Palacios, médico y cirujano especialista en neurología, de la Universidad del Rosario de Argentina.
Según análisis y estudios de observación realizados por la Dirección Médica de la Clínica Presenza de Bogotá, los casos de síndrome de fatiga crónica (SFC) habrían aumentado sin embargo, y a pesar de estas cifras, no se ha identificado su causa específica, pero sí se ha asociado a múltiples desencadenantes como toxinas, infecciones virales y estrés.
ELLAS, LAS PRINCIPALES VÍCTIMAS
Se estima que de 10 casos diagnosticados, nueve son mujeres y uno hombre. Para Sandra Suárez, directora científica de Presenza, la razón de esta prevalencia son las múltiples labores de la mujer de hoy que les generan acumulación de estrés y agotamiento constante. No existe un tratamiento específico para esta patología, sin embargo, los métodos terapéuticos y de desintoxicación, que estimulan tus sistemas de defensa, reducen los niveles de estrés y contribuyen al equilibrio de tu organismo, serían algunas alternativas.
¿Desde la cotidianidad? Realiza ejercicio o desarrolla tus actividades favoritas mínimo tres veces a la semana, reorganiza tus horarios y modifica tus hábitos alimentarios, aumentando la ingesta de alimentos ricos en fibra. Pssst… Cero estrés, no lleves el trabajo a casa y aumenta las actividades en familia.
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