martes, 20 de agosto de 2013

Conozca cómo mimar su cabello

Los masajes capilares son una manera ideal de estimular el crecimiento de un cabello saludable, pero también es una técnica de relajación casi incomparable. El experto en el tema, el dermatólogo Gustavo Sauma, señala la importancia de movilizar la piel del cuero cabelludo para proporcionar una mejor y más fluida circulación sanguínea, mejorando la salud y el crecimiento del cabello. Así también, la suave fricción de los masajes capilares facilita que el sebo y los residuos depositados sobre la parte exterior del cuero cabelludo se "aflojen" y liberen, mejorando la respiración de esta piel resistente y delicada.

Técnicas para hacer los masajes. Para ejecutar los masajes capilares se debe utilizar las yemas de los dedos, aunque en diversos movimientos también se puede usar las palmas y hasta los nudillos. Las yemas de los dedos serán la principal herramienta, las cuales colocaremos directamente sobre la piel, haciendo una suave presión, moviéndolas en suaves formas circulares.

Técnica del vaivén. El primer masaje es simple: se coloca las yemas de los dedos, separadas entre sí, a ambos lados de la cabeza. Ejerciendo una presión, pero sin mover los dedos de su sitio, empujando el cuero cabelludo hacia ambos lados, como haciendo un movimiento de vaivén. Colocar los dedos en diferentes sitios y repetir el movimiento de vaivén, para comenzar a liberar el casco y la irrigación de todo el área.

Técnicas con las palmas. Colocar la palma de la mano sobre la parte superior de la cabeza y sobre ella la otra mano. Haciendo presión hacia abajo, hacer una suerte de pellizcos con las palmas, como si quisiera unir las puntas de los dedos con las muñecas. Cambie de ubicación las manos y repetir sobre todo el cuero cabelludo.

Técnicas con los dedos. Finalmente, colocar las yemas de los dedos separadas sobre el cuero cabelludo de la nuca. Con una leve presión, hacer pequeños movimientos circulares sobre la piel, activando la circulación y dando un gentil masaje a la zona. Ir moviendo las yemas de ubicación hasta haber masajeado cada centímetro de su cuero cabelludo, las sienes y la nuca, y también la frente si lo prefiere.

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