Lo más importante para disfrutar de un buen baño relajante es disponer de tiempo. Elige un momento del día tranquilo y asegúrate de que no tendrás interrupciones. Un baño relajante es todo un ritual. Así que prepara bien el espacio. Ilumina el cuarto de baño con unas cuantas velas (las hay perfumadas con aceites esenciales naturales), pon una música suave y empieza a llenar la bañera. Mira las opciones que se sugieren en la página web atractivas.es.
¿Problemas para dormir?. Un buen baño te ayudará. Hierve manzanilla o lavanda, echa ese agua a la bañera y sumérgete con una música relajante de fondo. Un guante de crin para masajear tu piel te ayudará a relajarte aún más.
Baños terapéuticos. Hay diferentes tipos según lo que queramos tratar. Las hojas de menta, por ejemplo, son muy buenas como analgésico, las de pino van bien para el reúma y el romero desinfecta. Hierve las hojas que elijas, cuela ese agua y añade un poquito de aceite de oliva. Echa esa preparación en el agua de la bañera y disfruta.
Baño energético. Para prepararlo debes disponer de una olla con cuatro litros de agua, ponla a hervir y echa un ramo de hojas de albahaca, cuatro ramas de canela, un atado de ortiga, romero y salvia. Espera a que cuezan y después cuela el agua y añade a la bañera.
Baño hidratante. Este baño aportará a tu piel una hidratación extra, vitaminas y lucirá con mucho más brillo. Echa unas bolitas de aceite y un poco de leche al agua de la bañera. Moja tu esponja en miel y pásala por tu cuerpo.
Baño relax en pareja. Un romántico baño en pareja solo necesita una bañera con pétalos de rosa o jazmín, agua caliente, unas gotas de aceite de rosas y perfume. Ambienta el entorno con unas velas y dejar volar la imaginación.
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