jueves, 28 de noviembre de 2013

Un gimnasio para niños



Revolcarse en el piso, quizá sea una forma divertida de hacer ejercicio para gastar la energía acumulada, sobre todo si quien lo hace es un niño hiperactivo. Pero si lo que buscas es que tu hijo no sólo se divierta, sino que tenga disciplina, se mantenga activo y no se convierta en un pequeño sedentario en estos días de vacación, una alternativa es que practique gimnasia.

Como explicó en el anterior número de MÍA el traumatólogo deportólogo Raúl Alberto Morales, los niños deben practicar ejercicios con el respectivo control de sus padres y la guía de un profesional, pues al encontrarse en un periodo de crecimiento, sus cartílagos son sensibles.

Para que los pequeños reciban el asesoramiento adecuado, sin exponerse a lesiones, hay instructores y centros especializados, como el gimnasio Los Andes, que se centra en actividades para los más pequeños. “Aquellos que tienen problemas de psicomotricidad, pie plano, mala posición corporal, hiperactividad o no gozan del nivel de coordinación apropiado para su edad, pueden dedicarle una hora, día por medio al ejercicio para mejorar su aspecto y garantizar su sano crecimiento”, indica el entrenador Adalid Sacari.

Se trata de ayudarles a desarrollar sus capacidades físicas con aparatos que les favorezcan y faciliten el alcanzar los resultados deseados, ya sean barras, viga, caballete, argollas y ejercicio de piso, según la edad y el sexo.

Doblar el cuerpo atrás, abrir las piernas a los costados o extenderlas hacia adelante estimula la flexibilidad en los menores de siete años que empiezan a practicar gimnasia. En tanto que caminar por la barra de equilibrio aumenta la coordinación (éstas se colocan en proporción a su estatura).

El experto agrega que mientras muchos de los niños que visitan el gimnasio lo hacen por prescripción médica, otros lo hacen por gusto. “El trabajo que se les da está dirigido al problema que deben mejorar. Por ejemplo: Si se trata de pie plano, se les hace caminar sobre algunas bases desiguales para arquear la planta o se hace énfasis en la postura de la espalda, si allí está el problema”.

En el lugar cuentan con seis expertos en psicomotricidad; cada niño es sometido a una evaluación individual y para trabajar adecuadamente se los organiza por grupos tomando en cuenta la edad, necesidad, capacidad y sexo, dice Sacari.

El curso cuesta Bs 230 al mes. Los niños nuevos pueden inscribirse los martes, jueves y sábado; Los que tienen experiencia, disponen del resto de la semana para esta actividad.

Movimiento

La psicomotricidad es la psicología del movimiento, es una disciplina que se usa para estimular o modificar alguna parte del cuerpo que se debe corregir. Esto aumenta la capacidad de interacción de la persona con el entorno. El pediatra es quien te dirá si tu hijo la necesita.

Pie plano

Si tu niño tiene pie plano trabajará descalzo sobre superficies desiguales e inestables. Esto le ayudará a mejorar el desarrollo plantar. Los 60 minutos de clases son continuos, sin pausa, y los entrenadores hacen que repitan el ejercicio las veces que sea necesario, por ejemplo, caminar de puntas.

Implementos

Sólo necesita ropa deportiva y liviana (polera de manga corta, short y zapatillas). Por lo general trabajan sin zapatos para mejorar la pisada. Muchas veces las zapatillas hacen que resbalen en el trampolín o las colchonetas, por eso es preferible practicar sólo con medias.

Fuente: Raúl Alberto Morales (traumatólogo deportólogo) y Adalid Sacari - entrenador de cabecera- Gimnasio Andino (calle 17 de Obrajes ingresando por Bella Vista N° 333A).


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