domingo, 24 de noviembre de 2013

El estrés de la rutina El enemigo de la mujer

Situación conflictiva respuesta automática

Se considera que una persona está en una situación estresante cuando le resulta difícil salir de situaciones problemáticas o habituales.

Aunque se suele asociar el concepto con el malestar, en una primera instancia el estrés se relaciona con los procesos de adaptación a las demandas del entorno. En una segunda instancia, cuando la persona es incapaz de dar respuesta a esas exigencias, estamos ante la definición del estrés: un estado de fatiga física y psicológica provocada por exceso de trabajo, desórdenes emocionales o cuadros de ansiedad.

Las causas por las que una persona puede desarrollar estrés son diversas. Aunque ciertos sucesos vitales que afectan a la familia o el entorno social en que uno vive puede ser causa del estrés, sin duda, el factor más habitual es la presión en el ámbito laboral. Esta situación está provocada por unas condiciones de trabajo y formas de organización que responden más a procesos tecnológicos y criterios productivos que a las capacidades, necesidades y expectativas del individuo.

Estrés, la gran amenaza de la

mujer: ponle remedio ya

El estrés es una emoción muy propia de nuestros días donde la mujer tiene que conciliar con éxito trabajo y familia. Sin embargo, las cosas no siempre son sencillas, el perfeccionismo aprieta y la falta de tiempo también. Por ello, el estrés se convierte en una fuente de sufrimiento y de angustia para muchas mujeres.

Las causas principales del estrés son la falta de tiempo libre, el exceso de obligaciones, la presión y los problemas.

Según se suman los años, se tiene menos tiempo libre para disponer del ocio, por ello, se puede desconectar menos de todo aquello que nos preocupa.

LAS CONSECUENCIAS

A largo plazo, el estrés tiene consecuencias que son muy poco saludables. Por ejemplo, causa variabilidad del carácter y constantes cambios de humor, del mismo modo, produce enfado e irritabilidad.

Además, las personas estresadas tienen dificultades para conciliar el sueño y descansar bien, por ello, arrastran sensación de cansancio.

La visión de la vida es más negativa que positiva bajo la amenaza del estrés que se presenta como un peligro.

QUÉ HACER ANTE ESTE CUADRO

No ignorarlo, todo lo contrario, conviene atenderlo a tiempo, es decir, afrontar la situación buscando las causas. De lo contrario, nunca se pueden atajar los efectos si no se acude a la raíz.

En esencia, existen muchas situaciones que pueden desbordar a una persona: una mala relación con el jefe, los problemas económicos que surgen de la crisis, las críticas negativas, una enfermedad grave, problemas familiares, el final de una historia sentimental... Nadie puede cambiar su realidad, es decir, es difícil incidir en los factores de su entorno, por ello, tiene que empezar a trabajar su interior para transformar su mundo emocional y tener más y mejores recursos de respuesta ante los acontecimientos.

Aprenda a relajarse. Por ejemplo, puede realizar ejercicio físico al menos tres veces por semana porque así se libera, le ayuda a estar mejor físicamente y también, a nivel emocional, Es bueno respirar aire puro, realizar una excursión, caminar por la orilla del río para escuchar el sonido relajante del agua, leer un buen libro, tener una conversación pausada con una amiga, incluso, a través del teléfono en caso de que esté lejos... Si sufre de estrés, tome nota:

1. En primer lugar, ponga límites a su vida laboral. No se lleve trabajo a casa, de lo contrario, es muy difícil desconectar. Disfrute de su vida familiar y de uno mismo.

2. Al llegar a casa, puede darse un baño tranquilo porque le permitirá tener otra sensación de bienestar.

3. Participe en cursos sobre temas emocionales en donde aprenda a controlar mejor el estrés.

4. Tenga una alimentación saludable.

5. Ocúpese de los problemas, pero no se preocupe por ellos antes de tiempo. Nadie sabe qué pasará mañana, por mucho que hoy piense, que puede controlarlo todo.

6. Tenga una visión positiva de la realidad. Se dará por vencida al compás del pensamiento negativo.

PARA TENER EN CUENTA

Es cierto que el estrés pone al organismo en una situación de indefensión y vulnerabilidad. Pero, también se puede interpretar como una llamada de atención sobre la necesidad de cambiar algo en nuestras vidas.

Como el estrés es una patología producida por una mala adaptación al entorno social, es evidente que es mucho lo que se puede hacer para modificar esa situación y readaptarnos en unas condiciones saludables. Aunque en algunos casos puede ser necesario un tratamiento que incluya la prescripción de tranquilizantes y ansiolíticos por parte del profesional médico, la realidad es que gran parte de las soluciones las puede encontrar aprendiendo a controlar la ansiedad.

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