jueves, 21 de noviembre de 2013

El sauna sanas temperaturas

Este baño de vapor seco se ha convertido en una tradición milenaria y popular en varios países. Actualmente practicado con el fin de relajarse, curarse y revitalizarse.
12 razones saludables para tu cuerpo

toxinas

La transpiración y las temperaturas elevadas del sauna abren los poros del cuerpo y ayudan a reducir los niveles de toxinas e impurezas. Por lo tanto, el sauna se vuelve muy higiénico, ya que ninguna bacteria sobrevive cuando el termómetro llega a calores extremos.

piel

El calor reduce las tensiones del rostro e incrementa la elasticidad de la piel. Toma en cuenta que no seca la piel y permite curar algunas afecciones dermatológicas como la psoriasis, por ejemplo. La alta temperatura del sauna provoca una traspiración importante, lo que limpia la epidermis en profundidad.

dolor

Aumenta la velocidad de la circulación sanguínea, lo que causa un alivio rápido de los dolores y calambres. Por lo tanto, reduce los reumatismos inflamatorios como la artrosis o poliartritis, los dolores articulares y las tensiones musculares.

presión

arterial

Su efecto es temporal, pero saunas frecuentes permiten en algunas personas mantener un nivel de presión arterial más bajo. Dilata los vasos sanguíneos periféricos, lo que incrementa la actividad del corazón, aumentando el flujo sanguíneo y reduce la presión arterial.

anticuerpos

El calor del sauna pone el cuerpo en un estado de fiebre artificial. Ésta estimula el sistema inmunitario, lo que provoca una producción alta de glóbulos blancos y anticuerpos para luchar contra las enfermedades. La acción del vapor ayuda a eliminar las congestiones desagradables.

adelgazar

Nuestro cuerpo puede quemar hasta 300 calorías durante una sesión de sauna. Aunque la mayoría de la pérdida de peso consiste en agua, tomar regularmente sesiones de sauna puede complementar un programa de dieta. Sin embargo, no olvides hidratarte abundantemente después de tu sesión para no sufrir una deshidratación.

riñÓn

Una sesión de sauna aumenta la función renal. La transpiración a través de los poros de la piel excreta una gran cantidad de residuos del organismo y reduce la carga ejercitada sobre los riñones, lo que facilita su desarrollo normal.

envejecimiento

Restaura la elasticidad de los tejidos y ligamentos, incluyendo los de la epidermis. Por lo tanto, consiste en un tonificante natural, el cual contribuye a hacernos sentir y parecer más jóvenes. Es ideal combinar el sauna con productos y cremas especiales para luchar contra el envejecimiento cutáneo y celular.

tensión

Tiene un alto poder relajante sobre el cuerpo y el espíritu. Además de favorecer una sensación de bienestar. Por lo tanto, es excelente en caso de estrés o para reducir las tensiones vividas al cotidiano. Lo puedes complementar con un masaje para un efecto óptimo.

sueño

Provee una mayor calidad de sueño, además de ser reparador. De hecho, las endorfinas liberadas y el incremento de la temperatura corporal antes de acostarse favorecen un sueño más descansado y profundo. Si sufres de insomnio, intenta realizar un par de sesiones de sauna para recuperar el sueño saludable.

quemaduras

Es una excelente manera de curar y aliviar una quemadura provocada por el sol, ya que el calor del sauna reduce los dolores y actúa sobre la sangre que sube a la superficie de la quemadura para acelerar el proceso de curación.

higiene

Debido a las altas temperaturas, es un medio ideal para eliminar los parásitos y piojos. Sin embargo, debes tomar en cuenta de incrementar tu higiene personal una vez que entres en el sauna, para evitar posibles contagios o molestosos síntomas. Por lo tanto, no olvides ducharte antes de empezar la sesión.



Desarrollo de una sesión

El sauna ofrece numerosos beneficios con la condición de efectuarlo correctamente. En primer lugar, deja tus pertenencias y ponte una malla. Siempre debes usar unas sandalias y una toalla. Se desarrolla en tres fases.

La primera se basa en tomar una ducha tibia para limpiarte y calentar tu cuerpo. Luego, sécate. Entra en el sauna e instálate sobre el banquillo más bajo porque el calor es menos elevado y quédate unos 15 minutos. Después, báñate con una ducha fresca empezando por los pies y subiendo hasta el corazón para activar la circulación. Descansa unos 15 minutos y entra nuevamente en el sauna.

En la segunda fase, quédate alrededor de 10 minutos y sal de nuevo, repitiendo el proceso de la ducha de la primera fase.

Finalmente, toma una ducha caliente y entra en el sauna por una última sesión de 15 minutos. Al salir, de la misma dúchate con agua fría y durante 30 minutos puedes relajarte totalmente. No olvides hidratarte bebiendo agua en abundancia.

El sauna favorece la dilatación de los vasos sanguíneos. Por lo tanto, no se aconseja su uso para las personas que sufren de hipertensión, insuficiencia venosa, afecciones cardíacas y enfermedades cardiovasculares. Además, es totalmente prohibido para las mujeres embarazadas.

Asimismo, durante una sesión de sauna, es primordial escuchar tu cuerpo, salir cuando uno se siente mal y respetar las reglas de uso.



EL VAPOR, COMPAÑERO DE TU BIENESTAR

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F. Andres Sabat

Editor Salud

El sauna consiste en un baño de vapor seco, el cual apareció en Finlandia hace más de 2.000 años. El interior se basa en una cabina tradicional de maderas con varios bancos situados en diferentes alturas y una estufa cubierta de piedras. A estas últimas se arroja una especie de cucharón con agua, lo que genera la expulsión de un vapor seco. La baja tasa de humedad permite llegar a temperaturas altas alrededor de los 90°C.

Sin duda que el sauna es recomendado para un descanso y un bienestar óptimo, después de un esfuerzo físico o para una simple relajación. Esta forma de baño ha desatado un furor entre sus seguidores tanto así que se los ha implementado en spas, complejos deportivos, hoteles y hasta de forma doméstica. Su expansión radica en que es un método ideal para liberar las tensiones y eliminar el estrés. Permite calmar la ansiedad porque estimula el equilibrio natural de los elementos del cuerpo. Asimismo, es recomendado para los deportistas por sus virtudes a nivel de los músculos, ya que los ablanda y elimina las toxinas. Utilizado también como un purificador excelente de la piel.

Por otro lado, existe un baño de vapor diferente, denominado baño turco, el cual se caracteriza por ser húmedo. Se trata de una tradición que proviene de las termas romanas. Los países árabes lo han adoptado progresivamente para luego, inmiscuirlos en los estilos de vida de los continentes. La temperatura de los baños turcos es menor. De hecho, varía alrededor de los 50°C y la tasa de humedad es de 100 por ciento . Además, éste es generalmente complementado por un masaje relajante a base de ciertos aceites esenciales con aromas diversos.

Más allá de sus orígenes, lo que diferencia el sauna del baño turco es el aire, el cual es muy seco en el primero y muy húmedo en el segundo, ya que en éste, el calor es producido por un generador de vapor, mientras que en el sauna, se realiza por medio de una estufa. Asimismo, las cabinas tienen diferencias en su forma de construcción, ya que en la del baño turco se utiliza la cerámica en vez de la madera. Esto debido a la tasa de humedad, la cual requiere diferentes tipos de material para la comodidad y protección de los usuarios en cuanto se refiere a las altas temperaturas que pueden generarse en estos baños. En cuanto a los beneficios, existen similitudes porque los poros se dilatan gracias al calor y la eliminación de la transpiración permite una limpieza en profundidad.

En este caso, ¿cuál eliges? Todo depende de los gustos y preferencias de las personas porque cada baño posee sus especificaciones y las reacciones pueden variar entre un individuo u otro. De esta manera, se deben probar las dos opciones con lo cual podrás tener una elección y aprovechar un baño de bienestar garantizado.

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