jueves, 10 de octubre de 2013

La arcilla sana y embellece

Es un remedio preciado debido a sus virtudes dermatológicas, hidratantes, pero también es eficaz para curar heridas, quemaduras y otros padecimientos cotidianos.
6 RAZONEs pARA PROBARLA

EStÓMAGO

Tiene propiedades naturales para luchar contra la acidez y además de sedativas. Cubre y protege la mucosa gastrointestinal, lo que favorece la cicatrización. Por lo tanto, es un remedio que alivia eficazmente las diferentes quemaduras que pueden aparecer en el estómago.

QUEMADURAS

Utilizada en gran parte en las prescripciones tradicionales para casos de quemaduras superficiales cutáneas. Trata y asegura una cicatrización perfecta. Sin embargo, cuando éstas son extensas y profundas ocasionando heridas mayores o ampollas, se debe evitar colocar arcilla en la zona afectada.

Desinfectante

La arcilla es una solución que no se debe desatender para curar rápidamente una herida como ser rasguños, arañazos, raspones o cortaduras poco profundas. Es antiséptica, estimula la regeneración de los tejidos y detiene el sangrado. Se debe dejar actuar por un periodo variable de tiempo hasta que pare la hemorragia.

Abscesos dentales

Calma notablemente los dolores y dispone de un poder antiséptico y absorbente, inclusive del pus que se puede generar por una infección. Sin embargo, cabe recalcar que la arcilla puede aliviar momentáneamente el dolor, pero no cura. Por lo tanto, la consulta de un dentista es indispensable.

Tránsito intestinal

Tiene una acción contra la diarrea, ya que protege la mucosa gastrointestinal. Este remedio actúa como una venda que absorbe las toxinas y los gases presentes en el tubo digestivo. Si los síntomas persisten por más de 48 horas después de la toma de la arcilla, es imprescindible acudir a un médico.

EDEMAS

Dentro de sus numerosos beneficios, la arcilla tiene el poder de reducir el edema, absorbiendo los líquidos linfáticos acumulados, los cuales son sus causantes. Además, participa en el alivio del dolor y de la inflamación. Antes de utilizar el cataplasma de arcilla, se debe conocer por qué se ha desarrollado el edema y asesorarnos con un especialista.

Cómo

utilizarla Y

PREPARARLA

INTERNA

La arcilla es usada como bebida para aliviar los problemas del estómago, tránsito intestinal, infecciones, anemia, entre otros. Para realizar esta preparación, debes diluir una cucharilla de arcilla en agua y remover. Deja reposarla durante toda una noche. Ésta se depositará al fondo del vaso dejando al principio del mismo una agua llena de minerales, la cual se debe beber en ayunas. Para una cura clásica, no consumas la tierra desprendida que se ha quedado en el fondo del vaso. Ten en cuenta que tu organismo se tiene que adaptar a esta bebida.

EXTERNA

El cataplasma de arcilla se aplica sobre la zona afectada del cuerpo. Usada en las quemaduras, abscesos dentales, edemas, reumatismo y piel seca. Coloca la cantidad deseada de arcilla en un recipiente. Cubre de agua para sumergirla. La dosis recomendada es mitad agua, mitad arcilla. Con preferencia, deja reposar entre 6 y 8 horas al sol, ya que así, se llena de energía. La arcilla una vez lista habrá absorbido toda el agua y tendrá la consistencia de una pasta lisa.

Coloca el cataplasma en contacto directo con la piel o si prefieres, en un paño cuando la epidermis presente irritaciones. La duración de la aplicación es variable. Por último, para retirar el cataplasma del cuerpo, humidifícalo con agua tibia y limpia la piel. Posteriormente, seca la zona con una servilleta de algodón.

Si quieres, puedes también utilizar compresas. Sigue los pasos anteriormente mencionados, pero con la diferencia de que la pasta debe ser más líquida y evita reposarla para que no esté espesa.

Los milagrosos beneficios de la tierra

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F. Andres Sabat

Editor Salud

Frecuentemente, olvidamos recurrir a la arcilla que es un producto natural, económico y eficaz, el cual permite luchar contra numerosas patologías. Se trata de una tierra volcánica que proviene de la descomposición de especies minerales. Es impermeable y grasosa al tocar. Su eficacia terapéutica tiene mayor importancia cuando está expuesta al sol, al aire, al agua y a las inclemencias del tiempo.

La arcilla es utilizada desde la prehistoria y en todas las latitudes del planeta. Desde la antigüedad, sus virtudes son conocidas y empleadas con diversos usos curativos. Era parte de la farmacopea de muchas poblaciones como los chinos, los griegos, los romanos e inclusive en las culturas originarias de Bolivia. Hasta la Edad Media, su uso con fines terapéuticos era común, pero fue progresivamente abandonado. Su popularidad volvió nuevamente al fin del siglo XIX gracias a los naturópatas.

Existen arcillas de diferentes colores, pero todas se constituyen principalmente de silicio y alúmina. Las diversas coloraciones se deben a los minerales que entran en su composición en proporciones variables como el hierro, la cal, el cobre, calcio, fósforo, entre otros. Sin embargo, todas las arcillas tienen propiedades comparables con pequeñas diferencias. La verde es la más común y la más polivalente. La roja tiene virtudes similares a la verde, pero debido a su alto contenido en hierro, tiene una acción especial sobre la circulación sanguínea. En cuanto a la blanca, es la más pura. Conveniente para las pieles secas y sensibles, es excelente para cicatrizar.

Este producto natural posee un poder absorbente, una acción adsorbente y virtudes antisépticas. El efecto esencial de la tierra reside en su capacidad de absorción de agua y de gases. Por lo tanto, impregna partículas. En cuanto a la adsorción, la arcilla fija el elemento indeseable como las impurezas o las sustancias tóxicas y las elimina. Finalmente, gracias a su propiedad antiséptica, destruye con una temible eficacia los gérmenes patógenos. Sin embargo, no elimina la flora bacteriana beneficiosa para la salud. Consolida los tejidos afectados y cura las heridas y dolores.

Esta tierra con minerales puede ser utilizada en casi todas las afecciones que conciernen la deficiencia de un órgano y la presencia de una infección o ulceración. Es importante saber que al principio del tratamiento, el paciente puede sentir que sus males se agravan. En realidad, no se trata de que los síntomas empeoren sino que significa el inicio de la activación de los procesos naturales de curación. Muy rápidamente, este malestar dará lugar a una mejoría.

Por estas razones, es recomendado recurrir a la arcilla, un bien que nos ofrece la naturaleza para sentirnos mejor.


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