jueves, 26 de septiembre de 2013

Lácteos, fuente eficiente de calcio y belleza

La leche ha cautivado la imaginación de muchas civilizaciones, mitos que se nos presentan como símbolo de abundancia y creación. Según la mitología griega, Heracles, hijo de Zeus y de una mortal, fue amamantado por Hera, la diosa esposa de Zeus. Mientras ésta dormía Heracles succionaba con tanta fuerza que cuando cesó, la leche se derramó y se dispersó por el cielo dando origen a la Via Lactea.

Roma también la incorpora en sus leyendas, según una de ellas, sus fundadores, los mellizos Rómulo y Remo escaparon de la persecución del Rey Amulio y estando a punto de morir después de ser abandonados, fueron amamantados por una loba, Luperca. El amor materno y la fecundidad eran especialmente valorados en la Roma antigua, con frecuencia las diosas eran representadas como mujeres amamantando. Pensaban que los bebés, debían prolongar su periodo de lactancia hasta que tuvieran todos sus dientes, esta conducta sería la norma hasta el siglo XVIII.

No obstante en amplios periodos históricos, la costumbre de contratar amas de leche ha sido habitual. No sólo las ricas y nobles, en algunas zonas las de artesanos y comerciantes también lo hacían a pesar de que dicha práctica era condenada por clérigos y galenos.

Sobre el grado de conveniencia de amamantar a los niños la leche humana es más asimilable que la de vaca pues ésta ha de ser homogeneizada y pasteurizada para su consumo. Además la leche materna contiene el factor bífido, sustancia que produce el crecimiento de una bacteria inofensiva que impide el desarrollo de otros microbios nocivos. Este elemento junto con anticuerpos producidos por la madre hace de la lactancia una práctica si no necesaria, recomendable.

El griego Hipócrates, considerado padre de la medicina, la prescribía como antídoto poderoso contra casos de envenenamiento y mezclada con agua, vino o miel era recomendada para inflamaciones, fiebre y dolores de garganta.

Su empleo como producto de belleza se remonta al antiguo Egipto, de todos es conocido que Cleopatra se bañaba en leche de burra para conservar la tersura de su piel y el escritor romano Plinio relataba que Popea la esposa del emperador Nerón viajaba siempre con un buen número de burras para darse baños en su leche. Aun hoy en la actualidad sigue utilizándose como materia prima para la producción de cremas, lociones, pomadas y diversos tipos de ungüentos.

Hasta la llegada de la revolución industrial con el consecuente desarrollo de los transportes, fundamentalmente el ferrocarril y los nuevos procedimientos industriales, principalmente la pasteurización, la leche era muy difícil de conservar por lo que había de ser consumida en origen o procesada en innumerables derivados lácteos, yogur, cuajada, mantequilla, quesos, que por su procedencia forman un grupo diferenciado en la alimentación.

Aunque todas las valoraciones autorizadas suelen estar de acuerdo en que la leche es el alimento más completo, no todas parecen estar de acuerdo en que sea perfecto, todo ello debido a la antes mencionada intolerancia a la lactosa que padece un amplio porcentaje de la población mundial.

La leche y derivados (yogurt, quesos, mantequilla, etc.) también tienen la fama de ser las mejores fuentes de calcio; sin embargo, existen diversos alimentos vegetales tanto o más ricos en este mineral que los anteriores: sésamo, melaza negra, frutos secos y legumbres en general, y con cantidades más discretas, la col, el brócoli, las espinacas y la naranja. Los pescados de los que se come la espina tales como sardinas en lata, boquerones, etc., también son ricos en calcio.

Si el cuerpo no consigue el calcio que necesita a través de la dieta, éste va a coger el calcio de la única fuente que tiene: los huesos. Como consecuencia esto puede llevar a desarrollar huesos quebradizos y muy débiles.

El calcio, es el macromineral considerado el cuarto componente del cuerpo después del agua, las proteínas y las grasas.

No obstante, el aprovechamiento por el organismo del calcio de los vegetales no es tan eficaz como la del calcio de los lácteos y esto se debe a que existen en los alimentos sustancias que favorecen o interfieren con la absorción y posterior aprovechamiento de dicho mineral.

Hay personas que sufren de intolerancia a la lactosa (azúcar de la leche), por lo que se les dificulta el consumo de leche. En cualquier caso, y con el fin de no comprometer los requerimientos de este mineral se aconseja el asesoramiento dietético profesional.

Sin embargo, los constantes avances en la industria le ponen solución a estas intolerancias. En nuestro país, la empresa Pil Andina acaba de introducir la línea Calcifem. Según el subgerente nacional de Marketing, José García, de inicio la empresa de lácteos elabora leches y yogures. “Es una leche entera que tiene un agregado de calcio y este agregado significa 50% más que una leche descremada normal y tiene una característica que es 0% grasa, tiene vitaminas que ayudan a la absorción y formación de los huesos por el agregado de calcio” afirma el ejecutivo.

En cuando a la presentación del producto, los envases también se han renovado puesto que ahora la bolsa tiene siete capas, permitiendo que estas le den mayor protección al producto contra agentes externos, además de mayor vida útil, sin necesidad de tenerla en el refrigerador.

Estos productos que según García tienen 50% más de calcio, que un yogurt normal, no tiene azúcar, es ideal para el segmento femenino y para mujeres que tienen más de 30 años, para prevenir enfermedades como la osteoporosis.

Los niños, que también pueden sufrir de intolerancia a la lactosa, fueron tomados en cuenta en la nueva cartera de productos, ya que ahora se ha elaborado leche deslactosada con sabores a chocolate y frutilla, para que los infantes se sientan motivados en consumir leche.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario