jueves, 19 de septiembre de 2013

Lo que debes saber sobre tu cuerpo

Esta no es una lista de las cosas que debes hacer para tu salud. Mehmet Oz, M.D., el famoso médico director del Heart Institute en Nueva York y autor de best-sellers, solo quiere que tratemos bien a nuestro cuerpo.

“Doy consejos de salud a todos: pacientes, amigos y claro, mi hija. Pero esos consejos no se quedan grabados en la mente al menos que sepas el por qué. Encontré que si comprendes cómo funciona tu cuerpo, seguro tomarás la decisión más saludable. Usa esta información para sentirte, verte y vivir mejor”, dice el experto.

Que sucede cuando…

tratas una dieta

“yo yo”

Esas dietas restrictivas de pérdida de peso parecen ser más populares que nunca. Pero la verdad detrás de estas dietas no es tan linda: luego de unos días de restringir la ingesta de alimentos, el metabolismo comienza a descender. Y es que el cerebro recibe el mensaje de que no hay el alimento suficiente y le dice al cuerpo que se aferre desesperadamente a los depósitos de grasa que ya tiene, y el cuerpo comienza a quemar músculos para conseguir energía—estas dos cosas incrementan el porcentaje de grasa corporal. Después de algunos días en una dieta demasiado baja en calorías, los niveles de grasas omega-3 en tu cerebro también disminuyen (30 por ciento del cerebro está hecho de estas grasas y sin ellas, eres más propensa a la depresión).

Su consejo: La manera más saludable y efectiva de perder peso es comiendo alimentos pequeños y balanceados cada tres o cuatro horas para que tu cerebro nunca entre a ese modo de “inanición”. Nunca, nunca ingieras menos de 1,200 calorías al día.

Que sucede cuando…

no duermes lo suficiente

Luego de una noche de cuatro horas de sueño en lugar de ocho, te sentirás malhumorada y “bajoneada”. “Tendrás mayor dificultad a la hora de procesar información compleja y querrás comer más, especialmente carbohidratos dulces. ¿Por qué? Tu cuerpo quiere energía rápida. Cuando no descansas lo suficiente, tu cuerpo también produce menor cantidad de una hormona de crecimiento, una sustancia que regenera y repara tus tejidos, ayudándote a vivir más”, explica el experto.

Su consejo: “El descanso apropiado que el cuerpo necesita es personal, pero en promedio, recomiendo que las mujeres no duerman menos de siete horas”, aconseja Oz.

Que sucede cuando…

comes una Big Mac

Una vez que una hamburguesa con extra queso, tocin o y papas fritas entre a tu sistema, las grasas saturadas y trans causan que los vasos sanguíneos se contraigan. Se quedan así por unas cuatro horas, aumentando la presión sanguínea y reduciendo el flujo de sangre y oxígeno. Cuando esas cuatro horas pasan, es momento para tu siguiente comida; si comes otra comida grasosa, el mismo ciclo ocurre nuevamente. Alguien que come comida chatarra y grasosa la mayoría de los días estará con arterias tensas y estrechas—una prescripción para la enfermedad cardiaca.

Su consejo: Para sentirte mejor y vivir más, que esos gustitos y antojos sean la excepción, no la regla.

Que sucede cuando…

Tomas una copa de vino

Miles de estudios han vinculado el beber alcohol con moderación (ya sea vino, cerveza u otro licor) a un corazón más saludable. Un estudio nos da la posible razón: después de un trago (4 onzas de vino o 1.5 de licor, no un vaso inmenso), tus vasos sanguíneos se relajan. Eso es bueno, pero tomar esa segunda copa estresa tu sistema circulatorio. Una vez que la sangre “con alcohol” llega a tu cerebro, tu tiempo de reacción y tu habilidad de procesar información disminuye. Asimismo, tu hígado no puede eliminar toxinas y se enfoca en neutralizar el alcohol. Investigaciones sugieren que el alcohol es dos a tres veces más riesgoso en el hígado de una mujer que el de un hombre, incluso cuando toman la misma cantidad. Y es que los hombres tienen más que nosotras de una enzima que digiere el alcohol.

Su consejo: Esta bien que tomes una copa de vino al día, pero no es saludable tomar siete copas un sábado por la noche.

Que sucede cuando… besas a alguien

Tocar a una persona que amas manda reacciones poderosas al cuerpo. Un estudio por investigadores suizos encontró que las mujeres jóvenes que recibieron un pequeño masaje en los hombros por sus parejas antes de un evento estresante, tenían su frecuencia cardiaca y niveles de hormonas del estrés más bajos que las mujeres que no recibieron este gesto. EL contacto físico también lleva a la segregación de oxitocina, una hormona que potencia sentimientos de cercanía y que puede reducir la percepción al dolor. Todo esto sucede cuando besas, abrazas, recibes caricias, tomas de la mano o tienes sexo.

Cómo ayudar a tu cuerpo: Hazlo más seguido!

Que sucede cuando… corres

El ejercicio cardio, te ayudará a perder peso. Es un hecho. Aparte de todo eso, es bueno para todo tu cuerpo y tu mente. Así que ponte tus zapatillas y sal a trotar: de repente, más sangre fluye a tus músculos y comienzan a trabajar de manera más eficiente. Mientras continúas ejercitando, fortalecerás las fibras musculares en tu corazón. Luego, las endorfinas que te hacen sentir bien, comienzan a fluir, poniéndote de mejor humor y regalándote una buena dosis de felicidad. Cuando este proceso sucede regularmente, el riesgo a sufrir problemas cardiacos y cáncer disminuye. Además, tu metabolismo se mantendrá alto durante horas luego de hacer ejercicio, por lo que quemarás más calorías, incluso cuando no estés entrenándote.

Su consejo: “Es simple… el ejercicio es la droga más poderosa que vi. Hazlo por lo menos 3 veces por semana”, aconseja Oz.

Que sucede cuando… estás estresada.

Tu jefe te llamó a su oficina y te dice que tiene malas noticias. Enseguida la respuesta de tu cuerpo al estrés entra en acción y las hormonas como el cortisol y la adrenalina (también conocida como epinefrina) fluyen, haciendo que tu mente esté híper alerta y aumenta la velocidad de tu respiración y presión sanguínea. Una vez que tu cerebro siente que las cosas están bien, las cosas vuelven a la normalidad. En dosis pequeñas, no es algo terrible, pero cuando el estrés agudo se vuelve crónico—si tienes que trabajar hasta tarde cada día durante semanas o estás pasando por un divorcio—tus niveles de cortisol se mantienen altos y tu cuerpo, corazón y mente, nunca se relajan completamente. Ese tipo de estrés crónico incrementa tu riesgo a enfermedades del corazón, oprime tu sistema inmune (y humor) y causa dolores de cabeza y espalda y opaca tu piel, además de que ganas peso. “Puedo ver la pancita de una mujer y saber cuan ajetreada es su vida—la sobredosis de cortisol lleva al cuerpo a tener grasita, particularmente alrededor del centro”, explica Oz.

Su consejo: ¿Quieres una cura? Ejercicio! No solo quemarás grasa, pero reduce el estrés que lleva a ese pancita que todas odiamos.

Incluso unos 10 minutos de caminata acelerada hace la diferencia.



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